Hace poco Titín estuvo de viaje por Buenos Aires.
El estuvo una semana, yo estuve solo pocos días, y de esos pocos lo vi solamente uno.
Buenos Aires me puede, y a Tito también le pudo.
Quedó impresionado con muchas cosas, entre ellas, las mujeres y su aire y look desenfadado-emancipado.
Sus botas sin que nadie les gritara nada... cosa que no pasaría en E Salvador -desgraciadamente-, las estatuas vivientes de Caminito, la basura de Caminito!!, la carne! como obviar este detalle!, la deliciosa comida y extremo refinamiento de los rest de Puerto Madero...
Anduvo en metro y en "colectivo" se sacó fotos y disfrutó muchísimo. Me hizo la "mexicaneada" pero no pasa nada, es mi hermano y está todo bien.
También estuvo bueno el momento cuando almorzábamos en la plaza Dorrego, viendo bailar Tango y apreciando ese aire único que tiene San Telmo. Lástima que no estaba la feria de los domingos.
Además de compartir con mi hermano tuve el refrescante aire de ver a mi amiga Bea, y a su hija Isabel!!!! dos años! que yo pensé tenía cuatro! juas, estaba tan pérdido que no tenía ni idea cuándo había parido esta querida Andaluza-aporteñá!.
Isabel no me dio ni pizca de bola, salvo un tiny little last moment cuando con su dulzura única tendió un puente hacia mi , y sacó de ¿una cartuchera de lapiceras? una de ellas y me lo dio!!!. Con Bea quedamos alucinados y con la mirada y el sentimiento complice de que sus sentimientos estaban cambiando, quizá me estaba por comenzar a querer...
A su vez estuve en el Centro Cultural de la SGIAR, de la calle Donado. Para quienes me conocen saben lo importante-crucial-fundamental que es para mi la práctica Budista. Del Budismo de Nichieren Daishonin de la SGI. Pues allá me fui, "cogí" el metro B -rojo creo- y fui hasta dicha sede. Me atendió un chico que ahora no recuerdo el nombre y me mostró un poco de dicho establecimiento. Estaba maravillado y emocionado de estar pisando otra sede de nuestra querida y global organización humanitaria. Más alucinado quedé, flipando! cuando empecé a hacer Daimoku (repetición del mantra Nam Myoho Rengue Kyo) frente al Gohonzon (mandala corazón y base de este Budismo). Mi sentimiento era el de la anágnorisis -esto va para Demartini- que invocando frente a un Gohozon de la Argentina!, nunca antes lo había hecho, por lo tanto estaba profundamente emocionado y lleno de vigor, listo para recargarme las pilas al hacer una hora o más de Dai... fue hermoso, Gracias a todos!.
Lo dejo por acá y continuo el relato luego.
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